Nutrición y alimentación: Mitos y Realidades
La licenciada en nutrición de la Universidad Isalud, Luisina Peláez hizo caer un listado de creencias colectivas respecto a la alimentación. Veamos cuales son las más comunes.
Recordemos que hace algunos años las personas se inclinaban a guiarse por las dietas que encontraban en algún artículo de determinada revista y no por el consejo de un profesional matriculado.
Hoy, después de muchas investigaciones, se desterraron antiguas creencias y aparecieron nuevas herramientas para incorporar a nuestra vida diaria.
Pero sucede que muchos de esos mitos perduraron en el tiempo.
Es por esto que la licenciada Luisina Peláez nos enumera una serie de ellos y nos ayuda a tomar consciencia de lo que debemos comer y de lo que "no".
Ahí vamos…
"Si transpiro mas es porque estoy bajando de peso".
Transpirar implica regular la temperatura corporal y a su vez, eliminar toxinas. Pero no siempre implica gastar energía y por ende bajar de peso. Sepamos que hay actividades que por su intensidad no producen sudor pero si un determinado gasto calórico.
Si nos referenciamos en estudios realizados tenemos el de la universidad de New South Wales, Australia que, según dice, la grasa se exhala con la respiración. Se demostró que para perder 10 kilogramos de grasa es necesario realizar ejercicio suficiente como para eliminar 90.000 calorías!
Más en detalle el proceso metabólico produce 8,4 kilos de dióxido de carbón y 1,6 de agua, que se elimina mediante la orina, las heces, la transpiración y las lagrimas.
"Comer fruta a la noche engorda"
Pero en realidad engordamos cuando la cantidad y la calidad de los alimentos no es la que corresponde a nuestro requerimiento calórico ni tampoco esta compensado con nuestro gasto energético. No seria lógico tener en cuenta el consumo de frutas y el aumento de peso basándonos en el horario el cual se consuma.
"Las harinas hacen mal"
Acá debemos aclarar primariamente a qué tipo de harinas nos referimos respecto al consumo.
Los alimentos ultra procesados con harinas refinadas (galletitas, golosinas, productos de panadería, etc.) no son buenos para la salud. Simplemente porque son pobres de nutrientes, altos en calorías, azucares, sal y grasas saturadas.
En cambios si utilizamos otro tipo de harinas como por ejemplo las de tipo integral, de arroz, de legumbres, de trigo sarraceno, etc. no deberían considerarse dañinas.
"Si consumo mucha sal aumentaré de peso"
Consumir mucha sal todos sabemos que es perjudicial para nuestra salud. Las consecuencias, más que conocidas, se concentran en un aumento de riego en la tensión arterial además de enfermedades cardiovasculares. En determinadas ocasiones puede influir en la retención de líquidos además de reflejarse en un supuesto aumento de peso.
"Cuanta más actividad aeróbica realice mas bajare de peso"
Hoy se sabe que con ejercicios cortos e intensos se pueden conseguir los mismos resultados. Además pensemos que la actividad física además aporta mejor calidad en el sueño y el descanso, disminuye el estrés y la ansiedad, mejora los niveles de glucosa, aumenta la masa muscular, etc., etc.
"Comer la yema de huevo me hará subir el colesterol"
Nuestro colesterol no aumenta solo por el consumo de alimentos. Depende por ejemplo también de la genética que tengamos. La cuestión es moderar porciones y mantener una dieta equilibrada.
"El número de la balanza importa"
Lo que nos indica la balanza, al pesarnos, es solo un parámetro. Lo importante es llevar a cabo una alimentación consciente y veremos como el equilibrio es "general"
Por eso estimado lector, en definitiva lo importante es consultar con un profesional de referencia al tema para que nos indique cual es el camino correcto entre una alimentación saludable y una estética aceptable.
"Solo es cuestión de proponérselo"...
Hasta la próxima!
Fuente: www.infobae.com