La pandemia está presente y la revolución del teletrabajo llegó para quedarse definitivamente entre nosotros.
Aunque parezca increíble, en apenas 4 meses aproximadamente, se logró que el 56 % de los trabajadores en actividad operan desde su lugar de residencia ayudados por las herramientas tecnológicas existentes.
Para que tengan una idea el porcentaje se triplico durante la pandemia y se proyecta que, encima, va a seguir aumentando!
Por eso tanto hablamos en estos días del "teletrabajo" y del "home office".
Entonces, y acompañando este gran cambio en la manera de realizar nuestras actividades, es fundamental que lleguemos a ser alfabetos digitales nativos o inmigrantes de las tecnologías de la información y el conocimiento...
Piensen que...la brecha (que por supuesto existe) entre los alfabetos digitales y los analfabetos puede ser el punto de inflexión entre los que pueden conseguir trabajo y los que no!
Además tengamos en cuenta que muchos de los teletrabajadores (hoy en día forzados a realizar sus tareas con esta modalidad) no podrán volver a su lugar de trabajo ni parcial ni en forma total debido a que se está realizando una reestructuración de la producción y también de los servicios donde la prioridad de los menores costos para las empresas harán una colaboración importantísima a la productividad y, sobre todo, a la competitividad entre las empresas.
Para que tengan una idea de los que estamos hablando, hoy en día ya muchas empresas habilitaron las llamadas "oficinas impersonales", donde hay cubículos a los que se ingresa, sin un lugar predeterminado, a medida que cada individuo llega a la compañía, para el tiempo parcial que los hoy famosos teletrabajadores pasan por su sede "física", sin diferenciar ni la áreas ni el orden jerárquico.
La pandemia, en definitiva este nuevo virus, aceleró los tiempos en estos procesos ya que la tendencia iba en forma creciente...pero gradual.
Piensen que las personas que se adaptaron, voluntaria o involuntariamente a este tiempo, hacen su trabajo desde su casa con solo un celular multifunción y a veces con una notebook o una pc...y ningún elemento de trabajo más!
De acá deducimos como esenciales los medios telemáticos, sumando la conexión y la comunicación con la informática.
Antes todo se realizaba en el establecimiento del empleador; hoy por hoy "el operador hogareño" realiza cada vez más operaciones que antes parecían "inimaginables".
A todo esto debe ayudar un marco regulatorio que fomente a la vez la fuente más importante de empleo en este siglo.
Pensemos, respecto a esto, que ya se cuenta con el convenio 177 de la OIT sobre trabajo a domicilio, junto a la ley de contrato de trabajo que ya da respuestas a muchos interrogantes.
Está previsto por ejemplo, el cambio del lugar de trabajo que desplaza a estar en el hogar siendo este la unidad técnica destinada a los fines de la empresa, o también a un lugar cercano, a un cibercafé, un locutorio, un centro de coworking, etc.
Todo debe estar previsto; desde un accidente hoy producido en el hogar (donde se trabaja) hasta el descanso que va a formar parte de la actividad productiva.
También ya se tiene en cuenta (en el artículo 76) la devolución de los gastos que se incurre en el domicilio del trabajador; desde los daños sufridos en sus bienes por el hecho de trabajar con ellos, la conexión de internet, la electricidad, los equipos telemáticos etc.
Por otro lado el trabajador tendrá los mismos deberes, (trasladados a su hogar) desde tener las medidas preventivas para cuidar su salud, cumplir órdenes e instrucciones, la organización, los horarios etc. Hasta la utilización de los elementos de protección como puede ser el filtro en la pantalla de la computadora.
Por lo tanto, muchos temas ya están considerados dentro del llamado "teletrabajo".
El avance de la inteligencia artificial y la interconectividad hacen que, por ejemplo, lo que antes eran reuniones grupales de manera presencial hoy se resuelve con una videoconferencia.
El teletrabajo desarrollado por profesionales, emprendedores y desarrolladores deberán regir en el código civil y comercial de la nación.
Se agrega a todo esto que la época en que los clientes realizaban sus compras tomándolas como un paseo, hoy en día, se pide casi todo por internet y se recibe por delivery: así de simple!
Por lo tanto, estimado lector, nuestra vida laboral va cambiando a pasos agigantados, debido a esta inesperada pandemia pero viendo que las empresas le encuentran, de a poco, el lado positivo a estos cambios...entonces, entremos en ellos para no quedarnos afuera!
#quedateencasa
Con fe y esperanza... Hasta la próxima!
Fuente www.cronista.com