Construccion en seco, un sistema que crece en Argentina
El uso de la construcción en seco sigue creciendo en nuestro país y amplía día a día su desarrollo.
Si observamos las estadísticas del instituto de la construcción en seco (INCOSE) se estima en 0,7 metros cuadrados anuales por habitante el uso de estos nuevos sistemas de construcción.
Igualmente estamos por debajo de países vecinos como Uruguay (1,1 metros cuadrados) y Chile (2,6 metros cuadrados).
Comparemos: Chile con 17 millones de habitantes vende por mes 25.000 metros cúbicos de placas de construcción (OSB), mientras que en Argentina, con 45 millones de personas, se venden 5.000 metros cúbicos mensuales; nos explica Facundo Brea que es el gerente comercial de LP Argentina.
El gerente de la firma Barbieri, Francisco Pedrazzi, trabaja en producir acero galvanizado para la metodología de construcción en seco. Y nos comenta el crecimiento positivo del área como así también del Steel Framing o estructuras de acero, relacionado con nuestro tema principal; la construcción en seco.
Coinciden los que saben que la traba, todavía, es cultural debido al afianzamiento en el sistema tradicional; ladrillo y hormigón.
Por esto los nuevos sistemas de construcción en seco están dirigidos más al consumidor final que a los constructores.
Aclaramos igualmente que al comienzo del 2018 el gobierno incluyo al sistema de construcción en seco dentro del sistema denominado tradicional de construcción. Evitando que se solicite un certificado de aptitud técnica para su uso.
Otro avance para la generalización de su implementación.
Es más, el gobierno lo utilizo para construir viviendas sociales y escuelas dentro de todo el territorio nacional.
La construcción en seco tiene infinidad de ítems positivos para su utilización. A saber: efeciencia energética, rapidez en su uso, bajo mantenimiento, costos más reducidos, sustentabilidad, etc.
Para que tengan noción de los beneficios, el uso del sistema de construcción en seco reduce la construcción de una casa, por ejemplo, a cinco meses promedio; contra un año y medio por el sistema tradicional.
Además evita todo tipo de escombros en lo que se llama limpieza final de obra. También la aislación térmica es favorable ya que permite tener inviernos más templados y veranos más frescos.
Los especialistas están convencidos que el crecimiento de la construcción en seco va a ser exponencial en los próximos años dirigido mucho a regiones con climas rigurosos.
En definitiva, todo lo que sea crecimiento para el país y empleo genuino...bienvenido sea!
Hasta la próxima.
Fuente: www.cronista.com